Así se ve el panorama del acceso al crédito en América Latina
El panorama del crédito en América Latina está viviendo cambios importantes después de la pandemia. Aunque han pasado varios años, los efectos de esa crisis aún se sienten en la economía de la región, y los gobiernos siguen trabajando para recuperarse completamente.
La situación actual del crédito
Los bancos centrales de varios países latinoamericanos han bajado las tasas de interés para estimular la economía. Esto significa que pedir dinero prestado debería ser más barato, pero la realidad es más compleja. Según los expertos, estos cambios tardan tiempo en llegar realmente a las personas y empresas que necesitan créditos.
Las calificadoras como S&P explican que los bancos de la región siguen siendo cautelosos. Prefieren prestar dinero a empresas grandes y medianas que tienen buen historial de pago, mientras que las empresas pequeñas y los microcréditos siguen siendo difíciles de conseguir. Los bancos están siendo más estrictos porque han visto que más gente tiene problemas para pagar sus deudas.
En el caso de las personas comunes, los bancos han tenido dificultades con las tarjetas de crédito y los préstamos personales, ya que muchos clientes no pueden cumplir con sus pagos. Por eso, ahora prefieren dar créditos que tengan alguna garantía, como una casa o un auto.
¿Quién tiene acceso al crédito?
Un estudio de MasterCard reveló datos interesantes sobre la región. Aunque 8 de cada 10 latinoamericanos tienen acceso a servicios financieros básicos, solo 6 de cada 10 tiene tarjeta de crédito. Más preocupante aún, apenas 3 de cada 10 personas puede acceder a otros tipos de crédito como préstamos, seguros o productos de inversión.
La situación varía mucho entre países. En Brasil, por ejemplo, 3 de cada 4 personas usa tarjeta de crédito, mientras que en Colombia solo la mitad la tiene activa. También hay grandes diferencias entre las personas de mayores y menores ingresos, y entre quienes viven en las ciudades grandes versus las zonas más alejadas.
Las nuevas oportunidades
La tecnología está cambiando el juego. Las empresas fintech (tecnología financiera) están facilitando el acceso al crédito a través de aplicaciones móviles y plataformas en línea. Esto es especialmente importante para personas que antes no podían acceder a servicios bancarios tradicionales.
Los bancos también están creando productos más variados para diferentes necesidades: préstamos para vivienda, educación, autos, y otros propósitos específicos. Esto puede impulsar el consumo y la inversión, ayudando al crecimiento económico de la región.
Los riesgos que preocupan
Sin embargo, no todo son buenas noticias. Un mayor acceso al crédito también trae riesgos. El principal es el sobreendeudamiento: que las personas y empresas pidan más dinero del que realmente pueden pagar. Esto puede crear problemas serios tanto para los individuos como para la economía en general.
Además, persiste la desigualdad. Muchas personas, especialmente las de menores recursos y las que viven en zonas rurales, siguen sin poder acceder al crédito. La alta informalidad laboral en la región también limita las oportunidades, ya que los bancos prefieren prestar a personas con trabajos estables y comprobables.
La volatilidad económica de la región, con problemas como inflación e incertidumbre política, también puede afectar la disponibilidad de crédito en el futuro.
El camino hacia adelante
Los expertos coinciden en que mejorar el acceso al crédito en América Latina requiere un trabajo conjunto entre gobiernos, bancos y empresas tecnológicas. Es necesario encontrar un equilibrio: hacer que el crédito sea más accesible para quienes lo necesitan, pero sin crear riesgos innecesarios que puedan dañar la estabilidad financiera.
La meta es lograr que el crédito sea equitativo, sostenible y realmente útil para el desarrollo económico de toda la región.

